Dra. Lía Ramírez Fernández, Investigadora CEQUA
Los microorganismos son pequeños seres vivos que cumplen un rol vital en los ecosistemas. A pesar de que son invisibles para el ojo humano, y que por esta razón son escasamente tomados en cuenta en los estudios de impacto ambiental y/o biodiversidad, cumplen un rol fundamental en la mantención y reciclado de nutrientes en los ecosistemas. Además, debido a que son muy abundantes, se reproducen rápidamente, y poseen una alta tasa mutacional, son los organismos que se adaptan más rápidamente a cambios en su entorno.
A través de sus metabolismos los microorganismos, como bacterias, arqueas, y algunos eucariontes, son capaces de emitir gases de efecto invernadero como el dióxido de carbono (CO2), metano (CH4) y/o óxido nitroso (N2O). En el otro extremo, los microrganismos fotosintéticos marinos, como el fitoplancton, son gran des consumidores de CO2 realizando cerca de la mitad de la fijación de carbono del planeta. Los microorganismos foto-sintéticos fueron los que hace aproximadamente 3.500 millones de años atrás cambia ron la atmósfera del planeta, de reductora a una atmósfera oxidante, lo que permitió la evolución de todo tipo de macroorganismos, como plantas y animales (incluido el ser humano), es decir, el origen de la vida como la conocemos hoy en día.
Pero ¿cómo responderán los microorganismos al cambio climático? ¿serán capaces de mitigar las emisiones de los gases de efecto invernadero o contrariamente podrían contribuir a su emisión acelerando el cambio climático? Los científicos han tratado de evaluar los efectos del cambio climático en las comunidades microbianas, sin embargo, el potencial de los microorganismos para evolucionar y adaptarse a estos cambios aún es poco conocido. Investigaciones recientes muestran que el descongelamiento del permafrost. que se define como suelos congelados por años, podría estimular la disponibilidad de materia orgánica y permitir la emisión de gases de efecto invernadero Pero no todas son malas noticias, otros estudios muestran que los microorganismos pueden incrementar sus tasas de consumo de gases como dióxido de carbono y metano debido a su mayor disponibilidad en el ambiente.
Aunque, aún no podemos predecir totalmente lo que sucederá en el futuro, podemos tomar algunas medidas para evitar un desenlace acelerado y contribuir a la mantención de los ecosistemas tal como los conocemos. Conocer y proteger la biodiversidad de los ecosistemas, incluyendo a los microorganismos, permitirá que exista una mayor diversidad en la respuesta a estos cambios y por lo tanto mayor resiliencia, definida como la recuperación a las perturbaciones. a los efectos del cambio climático. La contaminación también es perjudicial, alterando y reduciendo la diversidad, por lo que disminuir nuestros desechos es más que necesario. La participación en actividades sociales y científicas en pos de la protección del medio ambiente también es fundamental para ayudar a la sociedad a comprender la importancia de los efectos del cambio climático sobre los ecosistemas y nosotros mismos.
En este contexto, el proyecto Microbioma del Centro Regional CEQUA busca conocer el efecto de factores atribuibles al calentamiento global sobre el microbioma ambiental y de la superficie de distintos animales marinos, considerando a estas comunidades microbianas, y su interacción con los macroorganismos, bioindicadores de la salud de los ecosistemas marinos australes en escenarios de cambio.